En su revolucionaria obra Teoría general del empleo, el interés y el dinero , John Maynard Keynes se refirió a los “espíritus animales” como “la característica de la naturaleza humana por la cual una gran parte de nuestras actividades positivas dependen del optimismo espontáneo, ya sea en el ámbito moral o hedonista o económico, en lugar de depender de las expectativas matemáticas”. Jack Welch, quien dirigió General Electric durante 20 años, es un caso concreto que sirve de ejemplo: él dijo una vez que muchas de sus propias e importantes decisiones de negocios habían surgido “directamente de sus corazonadas”, en lugar de emerger de modelos analíticos o pronósticos empresariales detallados. Sin embargo, el sentimiento no siempre es un indicador preciso de la evolución económica real y sus perspectivas. Como ha demostrado el Premio Nobel Robert J. Shiller, el optimismo puede evolucionar hasta convertirse en “exuberancia irracional”, por medio de la cual los invers...
Espacio de reflexion economica.