Las criptomonedas son activos
digitales encriptados que se transfieren entre pares. Están descentralizadas,
lo que significa que no están controlados por ningún banco o institución
gubernamental. Existe una secuencia de códigos encriptados transmitidos y
almacenados sobre una red. Todas las transacciones se confirman y archivan en
un libro de cuentas público. El sistema utiliza otras técnicas complejas para
certificar y validar el proceso de mantenimiento de registros.
La falta de regulación de las
criptomonedas significa que por naturaleza son altamente volátiles, y una
inversión con ellas puede generar mucho dinero rápidamente. La razón por la que
todavía no es aceptada por muchos negocios es, parcialmente, debido a su falta
de regulación.
Existe un importe establecido de divisas digitales que se pueden crear, y eso es algo que está asignado de este modo desde el principio, por lo que una vez que se alcanza la cifra no se pueden producir más divisas.
La realidad es que el precio
de la criptomoneda y del resto sube y baja por varias razones como las
noticias, los eventos y las declaraciones gubernamentales; actualmente cada vez
más público las está empezando a utilizar, y por esa razón su precio está
subiendo. Su imprevisibilidad la hace atractiva para muchos operadores.
Las monedas que diariamente
usamos, el euro o el dólar, son un depósito de valor. Esto significa que tengo
confianza en que si guardo 3.000 euros en casa un año después esos euros
tendrán un valor muy parecido al inicial. Si mi sueldo está en euros sé - con
poca variación - qué cosas poder comprar con él en el futuro cercano.
Una criptomoneda que aspira a
sustituir al dólar no puede tener un valor que es errático. Sin estabilidad
nadie va a pedir un préstamo en esa moneda ni la usará para ahorrar, consumir o
invertir, ni otra transacción económica.
Las monedas actuales no están
respaldadas directamente con nada más que la confianza en la propia moneda y
esto permite a los gobiernos las grandes intervenciones sobre la economía, el
sistema actual es muy imperfecto pero permite que los bancos centrales
controlen el crédito o la estabilidad de los precios expandiendo o contrayendo
la cantidad de dinero en el mercado.
El uso universal de criptomonedas
significaría despojar a los gobiernos de política monetaria y de poder contraer
y expandir la masa monetaria cuando lo necesiten, olvidando la lección que
aprendimos en la Gran Depresión.
Las Criptomonedas sube con
fuerza porque tiene dos tipos de inversores: los que invierten de manera
especulativa y por otra parte los que invierten a largo plazo porque creen que criptomonedas
es el medio de pago del futuro.
Para los que especulan -
muchos se han hecho ricos - Criptomonedas es una apuesta con un alto riesgo
pero con gran recompensa. Con la entrada de criptomonedas en el mercado de
derivados también se puede apostar a la baja.
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