Se llama
energías alternativas o, más propiamente, fuentes de energía
alternativas, a las técnicas y
los procedimientos de obtención de energía diferentes
a las tradicionales, consistentes en la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural, etc.). Por lo
general este término se asocia con la búsqueda de energías menos contaminantes pero de
igual rendimiento.
Este
término apareció en la década de los 70, y no existe un criterio definitivo en
cuanto a qué formas de obtención de energía son las propiamente “alternativas”,
ya que a menudo el término se usa para aludir a las formas de energía ecológica
o “energía verde”, energía limpia, energía renovable o energía sostenible.
A grandes
rasgos las formas de energía alternativa serían:
Aprovecha los movimientos de las
mareas y las corrientes oceánicas.
Aprovecha la fuerza mecánica del
viento para movilizar turbinas generadoras.
Obtiene energía mediante
reacciones atómicas controladas que liberan mucho calor y permiten producir
electricidad.
Aprovecha y almacena la energía
proveniente de la radiación solar cotidiana.
Saca provecho al calor natural de
las capas profundas del subsuelo de la Tierra.
Genera electricidad a partir del
aprovechamiento de la energía
potencial gravitatoria de las grandes masas de agua como
cataratas o ríos.
Aprovecha materia orgánica de
desecho para generar alcoholes y
gasolinas de rendimiento medio y menor costo y daño ambiental que los derivados
del petróleo.
La gran
demanda de energía hace cada vez más necesarias las energías alternativas. El
campo de desarrollo de las energías alternativas es vital en el mundo
postindustrial, dado que los efectos de nuestra actividad industrial a lo largo
de prácticamente dos siglos ya se hacen ver en el medio ambiente y
generan polémica entre las comunidades científicas.
Dado que
nuestra demanda de energía no
hace sino crecer y crecer, a medida que empleamos más tecnología y aparatos
sofisticados, urge dar con formas más seguras y confiables de energía para el
futuro.
Las
principales ventajas de las energías alternativas son:
·
Menor impacto ambiental.
Si bien no se trata de formas
ecológicas o verdes de obtener energía, pues una planta hidroeléctrica tiene un
impacto ecológico considerable, resultan más convenientes para el ecosistema
global y los problemas de cambio
climático que la quema de hidrocarburos, pues no generan tantos
gases de invernadero.
·
Menor
costo de materia prima.
Al no depender de la extracción
de petróleo, carbón o gas natural, estas energías mantienen sus costos
estables, en muchos casos limitándolos a la instalación inicial y la posterior
manutención.
A pesar
de sus ventajas, estas energías tienen un lado débil:
·
Menor eficiencia.
No suelen ser tan potentes como
lo son los métodos tradicionales,
lo cual exige mayores instalaciones, campañas de ahorro y toda una cultura
energética contraria al derroche al que estamos acostumbrados culturalmente.
·
Mayores riesgos.
Si bien no perjudican tanto el
ecosistema global, estas tecnologías pueden causar mucho daño si sale algo mal:
las pérdidas de material radiactivo de las centrales nucleares, los microsismos
generados por la energía
geotérmica o la caída de la generación de energía de las
plantas eólicas cuando el viento disminuye o cambia el clima, son cuestiones que deben ser
tomadas en cuenta.
Las
fuentes de energía alternativa se pueden clasificar en dos tipos:
·
Energía renovable o sostenible.
Aquellas que utilizan materiales
o aprovechan recursos
inagotables o que la naturaleza repone
constantemente, sin riesgo de agotarlas en un futuro inmediato. En algunos
casos incluso aprovechan materiales orgánicos de desecho, como la biomasa. Algunas son más o menos
ecológicas, pero no suelen tener un rendimiento muy elevado.
Todas las formas de energía
nuclear, tanto de fisión como de fusión (aún no desarrollada), que si bien
aprovecha recursos no
renovables (como el uranio para la fisión; aunque la fisión
aprovecharía el hidrógeno, tan abundante en el universo que es virtualmente eterno),
entraña peligros ambientales como la generación de desechos radiactivos
altamente tóxicos.
Fuente: https://concepto.de/energias-alternativas/#ixzz7n7aOMoNJ
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